Soy una mamá de dos niños pequeños: Principito, de 3 años, y La Pequeña Guerrera de 10 meses.
Principito es un amor, pero también altamente sensible y por eso necesita su tiempo y espacio. Es un gran amante de los animales y la Naturaleza.
Por otro lado, la Pequeña Guerrera nació con una enfermedad rara, y ya desde su primer día de vida le tocó luchar. Enseguida vimos su carácter y coraje. Es la alegría de la casa.
He aprendido y sigo aprendiendo mucho de los dos. Todas las personas que nos rodean nos enseñan algo, sea bueno o malo. Pero nuestros hijos, además, nos enseñan la paciencia, la felicidad, la lucha y otras muchas cosas más que me gustaría compartir con vosotras.
Y es que este blog va dirigido a otras mamis a las que quizás pueda mostrar o enseñar algo, tanto como ellas a mi. (Esto no quita para que todo papi es bienvenido y una opinión paterna me parecería interesantísima).
Además, soy maestra y psicopedagoga. Toda mi carrera profesional he ejercido de maestra en primaria y la verdad es que me gusta mi trabajo. Los niños son especiales, son una fuente de naturalidad y sencillez. Y hoy en día, eso está muy caro.
Espero vuestros comentarios y opiniones a lo largo de este nuevo camino.